El boleto, actualmente en 600 pesos, pasará a costar 950 pesos desde el próximo sábado 1º de junio.

La concejal justicialista Melina Catraro criticó la medida, basada en una forma polinómica que acerca la empresa y determina el valor técnico y el valor real del transporte cada tres meses. De esa manera, se suprimió el tratamiento y aprobación en doble lectura, más la audiencia pública que requiere la Ley Orgánica 8102, vigente en la mayoría de los municipios de la provincia, como ley superior a las ordenanzas municipales, que reglamenta los pasos a seguir cuando se pretenden modificar las tarifas de los servicios públicos.

Por mayoría, el oficialismo de Adela Arning impuso un 58% de aumento en el urbano, muy por encima de la inflación trimestral, que alcanzó el 33% en el último trimestre.

“Es abusivo, al no tener audiencia pública, no podemos consultar a la empresa ni podemos dialogar con los vecinos. Por algo la ley fija las audiencias públicas y la doble lectura, señaló Catraro.”

El argumento oficialista, establecido meses atrás, es que debido a la alta inflación la formula acercada por la empresa City Bus torna más ágil el debate sobre los incrementos al servicio.

Ayer la oposición en pleno pretendió recuperar el mecanismo establecido en la Ley Orgánica 8102, pero los concejales de la mayoría lo rechazaron.

El nuevo cuadro tarifario constituye el segundo aumento del transporte urbano en lo que va del año, y comenzará a regir este sábado 1º de junio, hasta el 31 de agosto.

El boleto, actualmente en 600 pesos, pasará a costar 950 pesos.

Por otra parte, Catraro advirtió que el sistema de colectivos urbanos es deficiente, “se han suspendido algunas frecuencias y hay vecinos que están recolectando firmas para que el servicio no se suspenda”.